Dicho todo esto, la odontología conservadora, se encarga, en unas ocasiones, de restaurar la cavidad de la caries y, en otras, de curar las consecuencias de la inflamación de la pulpa.
No. Con los empastes se pretende eliminar los tejidos alterados por la caries y no recuperable y restaurar la forma y función del diente con el material apropiado. Pero sin una higiene adecuada esa pieza dental volverá a sufrir un proceso de caries.
No. Normalmente, cuando un diente, a pesar de tener caries, no ha dolido es porque el nervio no esta afectado, y en ese caso el tratamiento consiste solo en la eliminación de la caries y la sustitución de la parte dañada por un material de restauración. Si el diente que se va a empastar ha estado molestando intensamente, es que existe afección del nervio, y por tanto, será necesaria su extirpación (una endodoncia) antes del empaste.
Si en los días siguientes a la realización de un empaste de una pieza dental que no nos había dolido notamos sensibilidad al tomar alimentos fríos o dulces ¿quiere decir que el empaste esta mal hecho?
No. En empastes muy profundos puede existir a veces sensibilidad al frío o a los alimentos ácidos, dulces etcétera, debido a la proximidad del nervio o a la imposibilidad de sellar herméticamente la cavidad en todo su contorno. Generalmente, estos síntomas desaparecen poco a poco en el plazo de veinte o treinta días, pero, si no es así, habrá que empastar de nuevo o incluso, en algunas ocasiones, eliminar el nervio.
Si. La realización de una endodoncia únicamente evita la aparición del dolor, pero sin una higiene adecuada el diente puede sufrir de nuevo un proceso de caries que esta vez será totalmente asintomático, es decir, no dolerá al no tener ya la pieza nervio. Las revisiones periódicas son, por tanto, de vital importancia para el diagnostico precoz de la caries.
La realización de un empaste no es un tratamiento de urgencia y, por tanto, admite cierto tiempo de demora. No obstante, siempre es importante hacerlo lo mas pronto posible ya, que esta lesión es un proceso de avance progresivo, y cuanto menor sea el tamaño de la cavidad, mejor será el pronostico de la restauración, y mayores posibilidades habrá de evitar la afección del nervio.